viernes, 1 de marzo de 2019

proceso de paz

PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA 




YURANI MARYE PEÑA CRISTANCHO




JORGE ALBERTO PADILLA 
LIC. EN TECNOLOGIA 





COLEGIO TECNICO MUNICIPAL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

DUITAMA-BOYACA 
2019







PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA 




Desde 1982, Colombia ha tratado de negociar siete acuerdos de paz, y en el transcurso de 34 años hemos fallado seis veces. Un récord que muestra que gran parte del éxito de hoy se debe a que el presidente Santos recogió importantes lecciones de sus antecesores. Sí, era clave saber cuándo sentarse con las Farc, pero más importante, y uno de los grandes méritos de Santos, era reconocer que la construcción de la paz es una obra histórica y no personal, y que por ello se sentó a esa mesa de negociación con la historia de nuestros fallidos procesos en la mano. 






Santos inició su mandato como Belisario Betancur, con la paz al frente de sus propuestas para Colombia. Pero “el plan de paz de Betancur era excesivamente generoso... Había abogado por una amnistía general para los alzados en armas en contra del Estado, sin requerir más que las guerrillas depusieran las armas y retornaran a la vida civil” (Henderson, 2015). Jaime Bateman, comandante del M-19, rechazó su propuesta por considerar que faltaban reformas sociales y políticas esenciales. Esas negociaciones colapsaron rápidamente cuando el M-19 se tomó el Palacio de Justicia y el Gobierno autorizó acciones militares para retomar el control. Mientras tanto, las Farc y el Partido Comunista cofundaron la Unión Patriótica (UP).
durante el mandato del expresidente juan manuel santos fue realizado el tratado de paz que se llevo a cabo después de muchos años de Negociación  .                                                El 20 de julio de 2010. Juan Manuel Santos fue nombrado como el nuevo Presidente de Colombia con 9' 028.943 votos, luego de que  se lanzara por el Partido de la U. teniendo apoyo de Álvaro Uribe, quien dejaba la presidencia tras dos cuatrienios (2002-2006 y 2006-2010). Santos ganó en segunda vuelta a Antanas Mockus, quien obtuvo 3' 587.975 votos.




Sin duda, el proceso de paz sigue escribiendo páginas que pasarán a la Historia de Colombia. Pero a pesar de la contundencia de estos hechos, la implementación de los acuerdos de paz carece de cimientos estables en el territorio. En estos dieciocho meses son muchos los obstáculos que aún no se han podido superar. Tal vez la mayoría de estos acontecimientos se pueden enmarcar en cuatro líneas de análisis. Por un lado, algunas zonas dejadas por las FARC comienzan a tener problemas delicados de seguridad, allí los homicidios han aumentado, se presenta un copamiento por parte de organizaciones criminales y varias de estas zonas son teatros de guerra. En segundo lugar, la política de reincorporación afronta problemas complejos, apenas ha sido aprobado un proyecto productivo para ex guerrilleros, muchos aún no están bancarizados y no hay tierra para desarrollar las diferentes iniciativas de desarrollo económico. En tercer lugar, el Estado, aunque tiene recursos económicos no ha sido ágil en ejecutarlos
¿porque santos si pudo dialogar con las farc?
El presidente Virgilio Barco compartía con su predecesor el compromiso con la paz. Probablemente por la debacle del Palacio de Justicia, su aproximación lo llevó a limitar el foco de las negociaciones con la guerrilla al desarme e inclusión política para reafirmar: “... la autoridad del Estado como Estado” (ibíd.). Pero el gobierno de Barco coincidió con la guerra de los carteles de la droga contra la administración, con la presión por las inhumanas acciones de nuevos grupos paramilitares. Estos factores descarrilaron su plan de paz durante tres años. Aunque Chernick (1996) considera que la estrategia de Barco no estaba diseñada para terminar el conflicto, sino para mostrar el poder del Gobierno y deslegitimar a las guerrillas, la historia muestra que, a pesar de grandes dificultades, el gobierno de Barco firmó tratados de paz con el M-19, el Quintín Lame y una fracción del Epl. Tres grupos revolucionarios que dejaron las armas y retornaron a la vida civil. Ese mismo año, 1989, el M-19 se convirtió en un partido político aún activo (Sequera, 2014).
Desde ese entonces, ningún otro presidente ha firmado un solo acuerdo de paz con un grupo guerrillero, y por ello el legado de paz del gobierno Barco es el más importante para entender por qué Santos sí pudo. Su implementación pionera de un marco institucional limitado para negociar la paz se convirtió en la más fuerte de las herramientas en la negociación de La Habana. Santos impuso una ruta clara, restringida a cinco puntos, que además excluyó el modelo económico, las Fuerzas Militares, y el cese del fuego bilateral antes del fin de las negociaciones.